me sorprende a medias tintas
entre el salto y el sueño.
Anduve sobre pieles danzantes
mientras la tierra se expandía...
Paraguas boca abajo curbían nuestro cielo
guardando nuestra voz.
Podía alguien pensar que no teníamos alas
o que nuestros pies no se unían
al centro líquido de la tierra.
Podía alguien pensar que nuestros cuerpos
eran de materia sólida, hueso y músculo
o que no éramos auras volátiles creando magia.
Y todo habría sido falso.
O todo real, quizá.
Pero fue.
Pero ES.
Primavera lluviosa
me sorprende,
saltando y soñando
sin medias tintas.